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Cuando se esfuma el éxito

Cuando se esfuma el éxito

Cuando se esfuma el éxito

A los veintipocos años ya era una acaudalada estrella de la canción —todo un logro, pues poca gente llega a ser rica y famosa tan joven—, pero entonces algo empezó a ir mal. Tras su segundo divorcio, pasó por varios centros de rehabilitación debido a su adicción a las drogas y al alcohol. Su mundo se desmoronaba.

DESGRACIADAMENTE, historias trágicas como la de esta y otras celebridades son noticia muy a menudo. Incluso en el mundo de las finanzas, que es más conservador, quienes parecen triunfar llevan vidas tormentosas. Refiriéndose a los ejecutivos neoyorquinos de alto nivel, un periódico dijo: “[La] presión por conseguir ganancias históricas arruina trayectorias profesionales, destroza familias y mantiene ocupados a los traficantes de drogas [...]. Mientras que los banqueros de Wall Street se sienten invencibles gracias a los dividendos sin precedentes, a otros la presión para mantenerse al paso los destruye emocionalmente y les hace tocar fondo”.

¿Son estos problemas la consecuencia de intentos mal dirigidos por triunfar y ser felices? Hay que admitir que todos necesitamos cierta seguridad económica, pero ¿depende nuestra felicidad de acumular dinero? Todo lo contrario. Por ejemplo, una encuesta realizada en China demostró que, aunque los salarios promedio habían aumentado el 250% en años recientes, la población en realidad estaba más insatisfecha.

Por tanto, el auténtico éxito no debería medirse simplemente por una profesión, el precio de una casa, un automóvil o un reloj de lujo. Debería reflejar, más bien, lo que es la persona completa, incluidos sus principios y objetivos en la vida. Tal vez alguien sea inteligente y prestigioso, pero carezca de moralidad, amor y verdaderos amigos; o quizás sea famoso y rico, pero se pregunte: “¿De qué me sirve todo esto? ¿Qué sentido tiene la vida?”.

Es lógico pensar, pues, que quien lleve una vida de éxito tenga hondas convicciones y principios sólidos que lo guíen y que, por ello, goce de paz, de autoestima y del respeto ajeno. Es de esperar que tenga un propósito en la vida que vaya más allá de su ego y que le proporcione sentido y satisfacción. ¿De qué principios y de qué propósito estamos hablando? ¿Se hallan las respuestas en nuestro interior, o hay que buscarlas en otro lugar? Los siguientes artículos abordarán estas cuestiones.

[Recuadro de la página 3]

UN CONCEPTO DISTORSIONADO DEL ÉXITO

Según investigadores médicos, un número cada vez mayor de atletas jóvenes toman sustancias peligrosas para mejorar su rendimiento y destacar en su especialidad. La publicación electrónica Education Update informó: “Cuando se planteó en una encuesta reciente entre universitarios la pregunta ‘¿Tomarías esteroides con tal de ganar o formar parte del equipo de la universidad, aunque enfermaras a los cinco años?’, casi todos dijeron que sí. Al preguntarles si lo harían aunque fueran a morir al cabo de cinco años, el 65% aún contestó afirmativamente”.