Durante unos sesenta y cinco años, los Testigos jóvenes de Corea del Sur han sido encarcelados por su objeción de conciencia al servicio militar. El jueves 28 de junio de 2018, una decisión histórica del Tribunal Constitucional puso fin a esa situación al declarar inconstitucional el párrafo 1 del artículo 5 de la Ley del Servicio Militar, ya que el gobierno no ofrece ninguna alternativa al servicio militar.

El grupo de nueve jueces, dirigido por el presidente del tribunal, Lee Jin-sung, anunció la decisión, en la que seis jueces estuvieron a favor y tres en contra. Gracias a esta decisión, las leyes del país estarán en armonía con las normas internacionales que reconocen el derecho a la libertad de conciencia, de pensamiento y de creencia.

Cada año, Corea del Sur encarcelaba a más objetores de conciencia que todos los demás países juntos. De hecho, algunos años, llegó a encarcelar entre 500 y 600 Testigos. Una vez liberados, los objetores de conciencia soportaban el resto de su vida la vergüenza de tener antecedentes penales, lo que, entre otras cosas, les impedía acceder a muchos puestos de trabajo.

A partir del 2011, sin embargo, algunos Testigos presentaron quejas ante el Tribunal Constitucional porque la única opción que la ley contemplaba para los objetores de conciencia era la cárcel. Desde el 2012, incluso a algunos jueces les parecía mal castigar a quienes rechazaban el servicio militar por motivos de conciencia y elevaban los casos al Tribunal Constitucional para que examinara la Ley del Servicio Militar.

La función del Tribunal Constitucional es determinar si una ley cumple o no con la Constitución de Corea del Sur. Aunque este tribunal ratificó la Ley del Servicio Militar en el 2004 y en el 2011, por fin reconoció que es necesario reformarla. El tribunal estableció que el gobierno de Corea del Sur debe modificar la Ley para que incluya una opción de servicio civil alternativo antes de que termine el año 2019. Las opciones de servicio civil podrían incluir trabajo en hospitales y otros servicios sociales que no tengan relación con el ejército y que contribuyan al bienestar de la comunidad.

Para ayudarnos a entender la importancia de esta decisión, Hong Dae-il, portavoz de los testigos de Jehová de Corea del Sur, explica: “El Tribunal Constitucional, que es el tribunal con más autoridad en el país en materia de derechos humanos, ha sentado las bases para resolver este asunto. Nuestros hermanos desean servir a la comunidad a través de un servicio civil alternativo que no vaya en contra de su conciencia y que esté en armonía con las normas internacionales”.

Aún hay otros asuntos importantes que deben resolverse. Por ejemplo, todavía hay 192 Testigos encarcelados por su objeción de conciencia y unos 900 casos pendientes en varios tribunales.

Ahora que el Tribunal Constitucional ha emitido esta decisión histórica, es más probable que el Tribunal Supremo permita que las personas rechacen el servicio militar. La manera en que se trate cada caso dependerá mucho de la decisión conjunta que tomen todos los jueces del Tribunal Supremo.

El 30 de agosto de 2018, el Tribunal Supremo examinará el asunto en una audiencia pública y emitirá una decisión más adelante. Será la primera vez en catorce años que todos los jueces del Tribunal analicen la cuestión de la objeción de conciencia.

Mientras tanto, la Asamblea Nacional, poder legislativo de Corea del Sur, ya está revisando la Ley del Servicio Militar.

Mark Sanderson, miembro del Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová, declara: “Esperamos con impaciencia la decisión del Tribunal Supremo. Nuestros hermanos coreanos han estado dispuestos a sacrificar su libertad, porque sabían que, ‘si alguno, por motivo de conciencia para con Dios, sobrelleva cosas penosas y sufre injustamente, esto es algo que agrada’ (1 Pedro 2:19). Nos alegra que el Tribunal por fin haya reconocido esta injusticia y que nuestros hermanos hayan sido tan valientes y se hayan mantenido firmes”.