CAPÍTULO 36

¿Soy adicto a la tecnología?

“Para mí, los mensajes de texto son el mejor invento del mundo. Me paso el día entero enviándolos. ¡Sin mi teléfono no soy nada!” (Alan)

CUANDO tus padres tenían tu edad, los principales medios de comunicación eran la radio y la televisión. También había teléfonos, pero no eran tan sofisticados. Únicamente servían para hablar, y solo los podías llevar hasta donde alcanzara el cable. ¿Te suena prehistórico? Mira lo que dice una chica llamada Ana: “Mis padres no tienen ni idea de tecnología. ¡Si se criaron en la Edad de Piedra! Claro, ahora que tienen celular, les cuesta un montón aprender a manejarlo”.

 En cambio tú, con un aparatito que te cabe en el bolsillo, eres capaz de hacer llamadas, jugar, escuchar música, ver videos, sacar fotos, conectarte a Internet y enviar correos. Y seguramente has crecido rodeado de computadoras, celulares y televisores. Por eso, quizás te parezca que pasarte el día pegado a ellos no es nada del otro mundo. Pero tus padres tal vez sí le den importancia al asunto y hasta teman que te estés volviendo adicto. ¿Te han dicho algo sobre eso? No des por sentado que están exagerando. Recuerda lo que dijo el rey Salomón: “Cuando alguien responde a un asunto antes de oírlo, eso es tontedad de su parte” (Proverbios 18:13).

Veamos si tus padres tienen razones o no para estar preocupados. Vamos a hacer un test para ver si muestras algún síntoma de adicción.

Test: “¿Soy adicto a la tecnología?”

Antes de nada: ¿sabes lo que es una adicción? Según una enciclopedia, ser adicto significa estar tan enganchado a algo que no se puede o no se quiere dejarlo, aunque sea perjudicial. ¿Crees que encajas con esa definición? Lee los siguientes comentarios de otros jóvenes y piensa si te pareces en algo a ellos. ¡Y no te olvides de anotar tus respuestas!

¿Estás muy enganchado? “Me pasaba horas jugando con videojuegos, a veces hasta la madrugada. No sabía hablar de otra cosa. Estaba tan metido en los mundos virtuales que casi no pasaba tiempo con mi familia.” (Andrés.)

En tu opinión, ¿cuántas horas al día está bien dedicarles a los aparatos electrónicos? ․․․․․

 Y tus padres, ¿cuántas horas creen que está bien dedicarles a esos aparatos? ․․․․․

En total, ¿cuántas horas pasas cada día enviando mensajes, subiendo fotos y poniendo comentarios en páginas de Internet, viendo la televisión, jugando con los videojuegos, etc.? ․․․․․

Y ahora, ¿sigues pensando que el tiempo que les dedicas a los aparatos electrónicos no es demasiado?

□ Sí □ No

¿Crees que no lo puedes, o no lo quieres, dejar? “Mis padres se quejan de que estoy todo el día enviando mensajes de texto. Pues si vieran a mis compañeros... Para mí, el problema es que mis padres me comparan con ellos mismos. Lógico, ellos envían menos mensajes que yo. ¿Qué esperaban? Tienen 40 años, y yo 15. ¡No es lo mismo!” (Alan.)

¿Te ha dicho alguien que pasas demasiado tiempo con el celular, la computadora, los videojuegos o la televisión?

□ Sí □ No

¿Dirías que no puedes —o no quieres— dedicarles menos tiempo?

□ Sí □ No

¿Te está perjudicando? “Tengo amigos que no dejan de mandar mensajes de texto ni cuando van conduciendo. ¡Con lo peligroso que es!” (Julie.)

“Al principio, no hacía más que enviar mensajes y llamar a todo el mundo. Claro, mi  familia y algunos amigos se enojaron conmigo porque casi no les hacía caso. Pero ahora entiendo lo molesto que es estar hablando con algún amigo y que te deje con la palabra en la boca para contestar un dichoso mensajito. No me gusta la gente que hace eso.” (Charo.)

¿Alguna vez has enviado o leído mensajes en clase, durante una reunión cristiana o mientras conduces?

□ Sí □ No

Si estás hablando con alguien y te suena el teléfono, ¿sueles interrumpir tu conversación para contestar la llamada o el mensaje?

□ Sí □ No

¿Pierdes horas de sueño o dejas cosas sin estudiar por culpa de la televisión, el teléfono o la computadora?

□ Sí □ No

¿Cómo te ha ido con el test? ¿Te has dado cuenta de que necesitas cambiar? Los siguientes consejos te ayudarán a lograrlo.

Cómo encontrar el equilibrio

A continuación hallarás cuatro preguntas que debes hacerte cuando vayas a utilizar un aparato electrónico, como la computadora o el celular. Los consejos y principios bíblicos que las acompañan te ayudarán a mantener el control.

● ¿Lo utilizaré para cosas que valgan la pena? “Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable.  Piensen en cosas excelentes.” (Filipenses 4:8, Nueva Traducción Viviente.)

✔ Aprovecha el celular e Internet para contarles a tu familia y a tus amigos información importante. Úsalos para hablar de cosas positivas (Proverbios 25:25; Efesios 4:29).

X No te pongas a hablar de la vida de los demás. Tampoco abras ni envíes mensajes, fotos o videos con contenido sexual (Colosenses 3:5; 1 Pedro 4:15).

● ¿Cuándo lo estoy usando? “Para todo hay un tiempo.” (Eclesiastés 3:1.)

✔ Decide en qué momentos del día puedes usar los medios electrónicos.

X No permitas que estos te distraigan de actividades importantes, como por ejemplo, hablar con tus familiares o  amigos, estudiar o participar en actividades cristianas (Efesios 5:15-17; Filipenses 2:4).

● ¿Con quién me estoy comunicando? “Las malas compañías echan a perder los hábitos útiles.” (1 Corintios 15:33.)

✔ Aprovecha la tecnología para mantenerte en contacto con personas que sean una buena influencia para ti (Proverbios 22:17).

X No te engañes: no podrás evitar que se te contagie la forma de pensar, hablar y actuar de la gente con la que te comunicas y a la que ves en televisión (Proverbios 13:20).

● ¿Cuánto tiempo le estoy dedicando? “[Asegúrate] de las cosas más importantes.” (Filipenses 1:10.)

✔ Cuenta las horas que pasas cada día con la computadora, el teléfono, etc.

X No ignores a tus padres o a tus amigos si te dicen que les dedicas demasiado tiempo a los aparatos electrónicos (Proverbios 26:12).

Si sigues estos principios bíblicos, los medios electrónicos no controlarán tu vida. Así le pasó a Andrés, citado anteriormente, quien dice: “Me encanta la tecnología, pero no puedo permitir que me separe de mi familia y mis amigos. Me he dado cuenta de que todo tiene un límite”.

HALLARÁS MÁS INFORMACIÓN EN EL CAPÍTULO 30 DEL SEGUNDO VOLUMEN

EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO

¿Tus padres no te dejan salir a divertirte? ¿Cómo puedes convencerlos?

TEXTO BÍBLICO CLAVE

“No te hagas sabio a tus propios ojos. Teme a Jehová y apártate de lo malo.” (Proverbios 3:7)

UNA SUGERENCIA

Avisa a tus amigos de que habrá momentos del día en los que no estarás disponible y no contestarás inmediatamente sus mensajes o llamadas.

¿SABÍAS ESTO?

Cualquier comentario o foto tuya que publiques en Internet puede quedar durante años a la vista de cualquier persona, incluso tus futuros jefes.

¡MANOS A LA OBRA!

Si noto que estoy pasando demasiado tiempo con ․․․․․, de hoy en adelante solo voy a dedicarle ․․․․․ horas a la semana.

¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․

Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?

● ¿Por qué a muchos jóvenes les cuesta darse cuenta de que se han vuelto adictos a la tecnología?

● ¿Qué podría ocurrir si no le pones un límite al tiempo que les dedicas a los aparatos electrónicos?

[Comentario de la página 262]

“Antes era adicta a la televisión. ¿Cómo lo superé? Me puse un límite de tiempo para verla y lo cumplí estrictamente. Además, hablé muchísimo del tema con mi madre. Orar a Jehová todo el tiempo también me ayudó mucho.” (Kathleen)

[Ilustración de la página 263]

En tu caso, ¿quién controla a quién?