Ir al contenido

Ir al índice

 TEMA DE PORTADA

Cómo combatir el agotamiento

Cómo combatir el agotamiento

ANIL no podía más. Había aceptado un nuevo empleo en el que tenía un puesto más elevado y un mejor salario. Sin embargo, ahora tenía que trabajar hasta muy tarde y también los fines de semana. A veces pasaba hasta ochenta horas a la semana en la empresa. “Había muy poca organización —comenta— y toda la responsabilidad caía sobre mí. Me preguntaba: ‘¿En dónde me he metido? Si no hago algo, esto me va a matar’.” El empleo lo estaba quemando.

El agotamiento laboral va más allá del estrés que se experimenta día a día en el trabajo. La persona que lo sufre está siempre cansada y se siente frustrada e impotente. Pierde la motivación por su empleo y es menos productiva. Hay estudios que indican que el agotamiento laboral provoca muchas enfermedades físicas y emocionales.

¿Qué causa el agotamiento laboral? Principalmente, el exceso de trabajo. Debido a la situación económica, algunas compañías les exigen a sus empleados que trabajen más horas y a veces por menos dinero. Además, la tecnología está borrando la línea que separa el trabajo de la vida personal, pues ahora los empleados son más fáciles de localizar. Otras causas de agotamiento son el temor a perder el empleo, la falta de control sobre aspectos importantes del trabajo, los problemas con los compañeros, sentirse explotado y no tener claro lo que se espera de uno.

En ocasiones, uno mismo podría ser el causante del agotamiento. A fin de escalar puestos en la empresa y ganar más dinero, hay quienes aceptan cada vez más y más responsabilidades. Pero lo único que logran es sobrecargarse y quemarse.

Si ese es su caso, ¿qué puede hacer? Quizás se sienta atrapado por las circunstancias y piense que no hay salida. Pero la realidad es que tiene más opciones de las que se imagina. Veamos cuatro de ellas.

 1. DEFINA SUS PRIORIDADES.

¿Qué es lo más importante para usted? Para muchas personas, la familia y la salud están entre sus principales prioridades. Pues precisamente esas son las cosas que se van a perjudicar si se quema en el empleo.

Tenga claras sus prioridades; así estará mejor preparado para tomar decisiones difíciles y negociar. Por ejemplo, tal vez se dé cuenta de que su trabajo lo está agotando, pero cree que no puede renunciar ni trabajar menos horas porque necesita su sueldo. Es cierto que todos necesitamos dinero. Ahora bien, ¿cuánto necesitamos en realidad? ¿Y qué estamos dispuestos a arriesgar para conseguirlo?

No se deje presionar por quienes lo rodean. Lo más seguro es que las prioridades de la empresa sean diferentes a las suyas. Para muchos, el trabajo es lo más importante en la vida, pero usted no tiene por qué pensar lo mismo.

PRINCIPIO BÍBLICO: “[INCLUSO] CUANDO UNO TIENE EN ABUNDANCIA, SU VIDA NO RESULTA DE LAS COSAS QUE POSEE”. (LUCAS 12:15)

2. SIMPLIFIQUE SU VIDA.

Si quiere disminuir el estrés y tener más tiempo para lo que usted considera importante, piense en trabajar menos horas o en pedirle a su jefe que le quite un poco de trabajo. Quizás no haya más opción que cambiar de empleo. Decida lo que decida, es probable que tenga que hacer cambios en su presupuesto y su estilo de vida. Pero no crea que es imposible; puede que sea más fácil de lo que parece.

Vivimos en una sociedad consumista que intenta convencernos de que la felicidad depende de cuánto ganamos y de cuánto podemos comprar. Eso no es cierto; llevar una vida sencilla da más libertad y nos hace más felices. Sin embargo, ese cambio requiere preparación. Reduzca sus gastos, ahorre y baje al máximo sus deudas. Explíquele a su familia por qué necesitan hacer cambios y trate de conseguir su apoyo.

PRINCIPIO BÍBLICO: “TENIENDO, PUES, SUSTENTO Y CON QUÉ CUBRIRNOS, ESTAREMOS CONTENTOS CON ESTAS COSAS”. (1 TIMOTEO 6:8)

 3. APRENDA A DECIR QUE NO.

Si está sobrecargado o tiene algún otro problema en el trabajo, hable con su jefe. De ser posible, preséntele soluciones que los beneficien a ambos. Asegúrele que está comprometido con su trabajo y dígale qué cosas está dispuesto a hacer y qué cosas no. Exprésese con claridad y firmeza.

Sea previsor y realista. Si le pide a su jefe que le quite trabajo, puede que él quiera bajarle el sueldo. O tal vez lo amenace con despedirlo, por lo que es bueno tener una respuesta preparada. Recuerde que es más fácil conseguir otro trabajo mientras sigue empleado.

Si logra llegar a un acuerdo con su jefe, cumpla con su parte. De este modo, si con el tiempo le quiere aumentar el trabajo, usted estará en mejor posición de pedirle que cumpla con lo que habían acordado.

PRINCIPIO BÍBLICO: “SIGNIFIQUE SU PALABRA SÍ, SÍ, SU NO, NO”. (MATEO 5:37)

 4. RENUEVE LAS ENERGÍAS.

Aunque no tenga problemas graves en su trabajo, habrá ocasiones en las que se enfrentará al estrés, a personas difíciles y a situaciones poco agradables. Por eso, saque tiempo para descansar y divertirse. Recuerde que no tiene que gastar mucho para pasar un buen rato con su familia.

Realice actividades y haga amistades fuera del trabajo. Además, evite caer en el error de medir su valor por el tipo y la cantidad de trabajo que realiza. Como dice el libro La bolsa o la vida, uno vale mucho más que su empleo. Recuerde que si su autoestima depende principalmente del trabajo, se le hará más difícil verlo en su justa medida.

PRINCIPIO BÍBLICO: “MEJOR ES UN PUÑADO DE DESCANSO QUE [DOS] DE DURO TRABAJO Y ESFORZARSE TRAS EL VIENTO”. (ECLESIASTÉS 4:6)

¿Es posible hacer los cambios necesarios para combatir el agotamiento? Claro que sí. Anil, mencionado al principio de este artículo, lo logró. Él comenta: “Llamé a mi anterior jefe, le pregunté si podía volver y me dijo que sí. Tuve que encontrarme de nuevo con mis antiguos compañeros después de haber presumido que había conseguido un mejor trabajo. ¡Qué vergüenza! Además, me bajaron el sueldo. Pero ahora estoy más tranquilo y tengo más tiempo para mi familia y para las cosas que considero más importantes”.